El arte y la sociedad

Al comienzo de la clase se nos realizaron una serie de cuestiones:

1. ¿Quién es un artista?
2. ¿Quién dice quién es un artista?
3. ¿Qué papel tiene el artista?
4. ¿Qué funciones tiene un artista?

Todas estas preguntas dependen del contexto social en el que nos encontremos, no es lo mismo un artista griego que un artista contemporáneo.

¿Qué somos ahora? Podríamos preguntarnos.

Ahora lo que vale es lo trivial y no existe un código único para vivir. Vivimos en la incertidumbre, en una sociedad definida por el cambio y el arte es el hilo conductor de este cambio de valores.

Es a finales del siglo XIX cuando se empezó a ver el mundo distorsionado. Comenzó una época de rapidez, de eficiencia, de producción en serie, lo que desembocó en la cultura de masas y un arte más profundo.

En 1907 encontramos a las "Señoritas de Avignon", se trata de un cuadro de formas impredecibles para una era impredecible.

 En 1093 Hitler realizó una de sus exposiciones más importantes, donde fijó unos valores acordes con su ideología:

• La distorsión es una impureza que infecta a la población.
• Quiere que exista la certeza en un mundo donde ya no existe.
• Aboga por la vuelta al renacimiento y a las esculturas griegas.

A partir de aquí nos encontramos con el arte abstracto, donde todo es relativo. Este arte ve más allá de las apariencias y las ilusiones.

El artista abstracto te enseña el resultado y te pregunta "¿qué te dice?".

En resumen, el arte es el que plasma los cambios del mundo.

Algo que mucha gente desconoce es que los historiadores e intelectuales del mundo del arte influyen en el mundo de la política.

Los artistas son parte del proyecto estatal.

Al principio la política intentaba mantener contentos a los intelectuales artistas hasta que decidieron incorporarles, aunque los artistas no habrían sobrevivido sin el mecenazgo de los políticos y de los medios.

Esta relación se mantiene en pie puesto que los políticos quieren tener contento al pueblo y los artistas son las expresión del pueblo. 

Resumiendo esta clase en dos conceptos básicos, la función del arte ha sido plasmar el cambio del mundo y las opiniones del pueblo, siendo así la fuente más fidedigna de la historia que podemos conservar.